Ficha Bibliográfica
Nombre: Los dos papas
Autor: Anthony McCarten
Editorial: Roca Editorial
Puntos de venta:
Sinopsis
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Comentario
Como escribiera en un comentario anterior, los temas relacionados con la religión en general y la iglesia en particular, siempre han llamado mucho mi atención. Tal vez se deba a que el misterio que siempre envuelve a unos y otros, me causa una curiosidad muy grande. He leído libros de todo tipo sobre este particular: masones, cruzados, budismo, mahometismo, templarios y el etcétera es muy largo, así es que iré directamente al libro que leí no hace mucho.
Tengan en cuenta, una vez más, que pertenezco a una familia profundamente católica y crecí bajo los preceptos de esta religión. Me educaron en un colegio de monjas y mis creencias no han variado en lo absoluto, siguen intactas tal cual como estaban mucho antes de leer estos libros. La fe, para mí, no tiene nada qué ver con las personas que dirigen la institución. Hay que aprender, aunque cueste, a separar las cosas y es lo que yo hago y por eso disfruto tanto con estas lecturas.
Mi anterior lectura, Sodoma: poder y escándalo en el Vaticano también publicado por Roca Editorial y que puedes leer dando clic en el título, me sorprendió por los tejemanejes que existen al interior de esta ciudad. Sacerdotes a los que siempre respeté por lo que significaron en un momento muy delicado de mi país y, que con el tiempo fueron cayendo, uno a uno, por las barbaridades que cometieron con los niños.
En este libro, Los dos papas, el tema que se trata es otro y desde otra perspectiva. Aunque ciertas ideas, confluyan o coincidan con el libro anterior. Ambos tienen un trabajo de investigación impresionante y cada fuente es señalada con propiedad, de manera que poco o nada tengo que dudar de lo que entre sus páginas se narra.
Por una parte, a través de una narración muy atractiva y sin ambages, McCarten nos llevará por los papados de Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual papa, Francisco, como eje central del argumento., aunque también se menciona a Juan Pablo I. Las decisiones tomadas y las repercusiones de las mismas.
Según relata el autor, los papas son elegidos por mayoría cuando se reúne el cónclave tras la muerte de quien ostentaba dicho puesto. Pero también, en torno a esta elección, se barajan temas políticos que tienen directa relación con aunar a la cristiandad.
Después de morir Juan Pablo I, llegó al trono de San Pedro, Juan Pablo II que dirigió el Vaticano desde 1978 a 2005. Durante su permanencia, luchó acérrimamente contra el comunismo en Europa y de su Polonia natal. Marcó prioridades como buen estadista pero, se olvidó sacar de su entorno a un grupo de sacerdotes pedófilos distribuidos, fundamentalmente, en América Latina, aunque también en Norte América. He confirmado que tanto lo que menciona Martel en Sodoma, como McCarten en este libro, en este en concreto, las ideas confluyen. Y da mucha pena pensar que, un papa tan carismático como fue Juan Pablo II, haya permitido que bajo sus propias narices, se cometieran estos actos de una vileza y bajeza tan profunda.
Por otro lado, Benedicto XVI. Te encontrarás con muchos párrafos que hablan acerca de su vida, su niñez, su familia, cómo afrontó la Segunda Guerra Mundial y cómo, desde muy pequeño supo que se dedicaría a la vida religiosa. Su paso por el Vaticano, tampoco está exento de vicisitudes, altos y bajos y su poco interés por llegar a ese puesto. En su entorno, tal como le ocurrió a Juan Pablo II, le rodeaban sacerdotes, por decirlo de alguna forma, bastante oscuros al punto de negar el Holocausto. Finalmente renuncia, argumentando que es mayor y que su salud está quebrantada.
Es así como llega al trono el papa Francisco tras varios días de deliberaciones. Un papa latinoamericano que al parecer, su intención no era ostentar dicho puesto. Su sencillez y ese boato tan utilizado por su predecesor, no existen en él. Incluso, se hace mención a un evento muy particular y que tiene relación con su nombramiento. Solo se vistió con la indumentaria papal, cuando tuvo que asistir a la ceremonia. Hasta horas antes, seguía con su antigua vestimenta, incluyendo unos zapatos bastante usados. Su voto de pobreza y el hecho de no querer ostentar ningún cargo, demuestran el lado más sensible y de sentido común del actual pontífice.
Podría escribir muchísimos más aspectos relacionados con los dos últimos papas. Desde sus posturas, hasta la forma de llevar a cabo el trabajo del Vaticano pero, haría perder la emoción de conocer todos los vericuetos que arrojan las más de trescientas páginas de lectura que en lo personal, se me hicieron bastante cortas. A partir de aquí, cada lector que se decida a leer este libro, tendrá en sus manos, un argumento que permitirá conocer, mucho más de cerca, la vida y las acciones de estos hombres de fe. No se trata de juzgar, que no puedo negar que en ciertos momentos de la lectura, lo hice. Y lo hice, precisamente, porque ciertas acciones me han parecido nefastas y porque, el máximo representante de la fe católica, no solo debe parecer dar ejemplo, sino que tiene que practicarlo.
Es el eterno dilema entre el bien y el mal. Entre las aspiraciones políticas y de los asesores de los que se han rodeado. En lo personal, Juan Pablo II fue un ejemplo en mi país, Chile. En donde, en determinados momentos de su historia, tuvo que intervenir para evitar un conflicto con Argentina. Siempre lo miré como a un papa bondadoso y lloré su muerte. No es que el libro en sí mismo me haya hecho cambiar esta visión, pero sí me ha dejado con el beneficio de la duda, sobre todo, por las personas del entorno y su eterno silencio respecto a un tema tan sensible como la pedófilia.
Respecto de Benedicto XVI, viviendo ya en España, tengo que ser muy sincera y reconocer que para mí, carecía de esa carisma que emanaba por todos los poros el papa anterior. Nunca me pareció un hombre cercano, ni siquiera lo veía como alguien que pudiera mover los cimientos de la fe. Además del boato inherente a su puesto, que desde luego me parecía exagerado para alguien que tiene un voto de pobreza.
Y por último, Francisco que estuvo en Chile y que pidió pruebas a los niños violados por sacerdotes, también tengo que ser sincera. Cuando leí esta noticia en alguno de los periódicos chilenos, se me retorcieron las tripas. No podía creer que un hombre de fe, encima un Papa, dijera tamaña estupidez. Me parecieron unas declaraciones muy insensatas y carentes de sentido común. Al leer los pasajes concernientes a su vida y a su visión respecto de los problemas que acontecen en el Vaticano, mi punto de vista ha variado en ese sentido, pero no en el fondo de lo que sentí a través de sus declaraciones en su paso por Chile. Sé, por lo que relata McCarten, es un hombre sencillo, que su voto de pobreza lo aplica en todo el amplio sentido de la palabra y que ha comenzado, no solo a poner orden sino a limpiar la curia distribuida, como señalé antes, fundamentalmente en América Latina y Estados Unidos cuyas fechorías para con los niños, son de conocimiento mundial.
Desde mi modesto punto de vista y escribiendo primero como alguien que tiene fe, estos seudo sacerdotes, deberían ser apartados de raíz primero de esos puestos y segundo de la iglesia como tal y pagar con cárcel todos los atropellos que han cometidos por vestir una sotana y ser protegidos por el mismísimo papa. De ahí que reitero lo que señalé al principio, sigo teniendo fe en lo que aprendí desde que nací, no así en quienes gobiernan la fe.
Cabe señalar que de este libro, se ha hecho una película con el mismo nombre y que puedes ver a través Netflix a partir de este viernes, aunque desde luego siempre, siempre, siempre te voy a recomendar leer el libro primero. Abajo dejo tráiler oficial.
Una historia real no carente de conflictos en que los protagonistas, aunque no sea una novela al uso, son personas como tú o como yo que han ostentado y ostentan el cargo más importante de la Iglesia Católica: ser papa.
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