Ficha Bibliográfica
Nombre: Spin nulo
Autor: Rubén Azorín y Juan Vicente Azorín
Editorial: B La Trama
Puntos de venta:
Sinopsis
Comentario
Soy de esas lectoras a la que pocos libros se le resisten, leo todos los géneros, algunos más que otros, pero todos al fin y al cabo. Por eso, adentrarme en un libro como este, no ha significado salirme de lo que habitualmente leo.
Cuando apenas me levantaba del suelo, oía a mi padre hablar sobre la materia y la antimateria y explicarlo como un profesor explicaría a sus alumnos, digo esto porque cuando comencé la lectura, algunos pasajes me recordaban sus conversaciones con algún primo o con mis propios hermanos. Por entonces era muy pequeña y no comprendía del todo lo que quería decir, lo que sí puedo decir es que me causaba mucho susto imaginar, en la práctica, sus relatos.
Este libro, en concreto, me ha resultado fascinante por cómo los autores crean una historia que, perfectamente, podría calzar con las historias que contaba mi padre y compartir un «mundo» paralelo con nosotros mismos. Fascinante porque siempre llama la atención lo desconocido, sobre todo, si crees que en algún lugar se puede estar repitiendo nuestras propias acciones de manera simultánea.
Para explicar esta teoría, los hermanos Azorín ponen en escena un elenco contundente que encabeza el profesor Herman Hahn que está al mando de un proyecto que tiene relación con el descubrimiento de nuevas partículas subatómicas. Para conseguir este propósito, le acompañarán científicos de su calado porque también depende de esto, el dinero que les proporcionen para las investigaciones y por lo mismo, un error podría ser fatal desde esta perspectiva también.
Por otra parte, Ian Blom formará parte de este equipo. Un joven tan brillante como metódico, deberá dejar a su novia para enfrentarse en soledad a la investigación. Y es a través de él que conoceremos el lado romántico de la novela que, manteniendo la línea de la investigación, me ha parecido un acierto que los autores nos hayan mostrado el lado más humano y sensible de un científico.
Una novela que se disfruta, porque a pesar de los tecnicismos que aparecen a lo largo de la lectura, nos permite conocer desde otro punto de vista a los personajes y que las escenas no resulten, en lo absoluto, una constante científica.
Con dos hilos temporales que se presentan en el pasado y en el futuro, los autores nos llevarán a velocidad de vértigo por la investigación en sí misma y por el desarrollo de los hechos. Las descripciones son las justas para ambientar los lugares, aunque en el caso de la residencia de Ian, los espacios me resultaran un tanto estrechos y hasta cierto punto, agobiantes.
El acelerador de partículas como eje principal de la novela, nos permitirá conocer un experimento que, a mí, por muy de ciencia ficción que sea el libro, me ha llevado a mi infancia y con ello, a las conversaciones de mi padre. No me ha resultado, en lo absoluto, descabellado pensar en una realidad paralela que los autores recrean a la perfección, tanto, como la precisión de un escultor que talla en la piedra para dar formas inimaginables, con rotundidad y destreza.
Seas o no amante de este género, deberías conocer esta historia cuyo punto científico, desencadena muchos hechos relacionados, pero que también tiene que ver con el amor y la admiración. Una narración sin baches cuya propuesta, además de interesante, como dije al comienzo de este comentario, podría, perfectamente, ser realidad.
Rubén Azorín es licenciado en Económicas y diplomado en Ingeniería Técnica Informática, sigue leyendo aquí.
Juan Vicente Azorín creó diversos proyectos tecnológicos previos a internet y continúa gestionando y dirigiendo entornos TI. Sigue leyendo aquí.