Comentario: El color de la luz
Título: El color de la luz
Autor: Marta Quintín
Editorial: Suma de Letras
Páginas: 427
Puntos de venta
Sinopsis
Puedes leerla completa en este enlace.
Comentario
El pasado mes de febrero, tuve la suerte de asistir a un encuentro con la autora de esta novela, Marta Quintín Maza. Si hasta ahora, no han leído lo que ocurrió allí, aun están tiempo, pueden leer en este mismo enlace.
La novela de la que nos ocuparemos en este intento de comentario, se desarrolla a lo largo del siglo XX y, sus personajes nos contarán los acontecimientos que les rodeaban, tanto en la vida real, así como también en la trama de esta historia.
En un pueblo del norte de España, Martín Pendragón se desempeñaba como albañil, ayudando a construir casas, debido a que su padre, no permitía que se dedicara a su verdadera vocación: el arte. Y es que en los tiempos en que está ambientada la novela, ser artista o, cualquier sinónimo que tuviera que ver con la misma, era igual a no hacer nada con la vida.
Francisco Miranda y sus hijas, hacen su llegada al pueblo donde Martín trabajada y aquí, me voy a detener un poco, porque no pude evitar recordar a mi padre a través de este personaje. Mi padre estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile en Santiago de Chile. Fue un señor que, como don Francisco, veía talento en donde otros seres humanos, normales y corrientes, no lo notaban. Dedicó gran parte de su vida a enseñar, a dibujar y a pintar, quizá tuvo el talento de Martín, pero lo suyo era la docencia y tuvo la suerte de dejar su legado a través de sus alumnos. Y es, justamente, lo que Francisco hace con sus pupilos, enseñar todos sus conocimientos de la manera más simple y más humana. Un personaje que sin duda, se me ha quedado grabado a fuego en el corazón, porque aunque sea de ficción, Marta ha sido capaz de retratar a alguien que conocí y al que llamaba papá.
Para una persona como yo, que tuvo la suerte de crecer entre pinceles, bastidores, lienzos, pinturas de todos las formas y sobre todo, colores. Donde el atelier al que mi padre se retiraba a ese encuentro único con sus brochas, pinceles y pinturas, esta novela ha constituido para mí, volver a un pasado en el que disfruté, teniendo la certeza que jamás aprendería a dibujar a mano alzada, jamás podría igualar, ni tan siqueira imitar la delicadeza de los trazos de mi padre, así como tampoco, imitar alguna obra de Martín Pendragón, pero sí, vivirlas a través de esta narración. Fue encontrar sentido, no tan solo al título del libro, sino dar vida a esos personajes surgidos de la imaginación de esta joven autora. Solo por eso, solo por hacerme regresar a esa vida en la que fui tan feliz, merece toda mi admiración porque son muchísimos sentimientos que aun, tras unos días de haber terminado de leer, no sé cómo expresar.
La trama se desarrolla, principalmente, en España. Aunque su punto de partida sea en el museo de Nueva York, en una subasta donde una pintura del citado, Martín Pendragón, es comprada a un precio exorbitante por una anciana, que se hace con la misma sin que le tiemblen las manos. Por si fuera poco, Marta, nos llevará de paseo por París antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial e incluso, la Guerra Civil española.
Blanca Luz Miranda, será la protagonista indiscutible de esta trama que nos llevará desde los albores del siglo XX hasta sus postrimerías. Dotada de un carácter enérgico y, adelantado para su época, encima en su condición de mujer, batallará por lo que cree justo, aunque no necesariamente sus decisiones vayan o tengan relación con las opciones por las que se decantaría el lector. Asistida por una periodista que quiere conocer su vida, se decidirá a contarla, así como también, la historia del cuadro por el que pagó tanto dinero.
En tanto, Martín Pendragón, alumno aventajado de Francisco Miranda, viajará a París, donde se establecerá y continuará sus estudios de arte. Con el tiempo, su obra será reconocida mundialmente.
Estos son los escenarios en los que nos hará disfrutar, Marta. Nos moveremos en el filo entre la realidad y la ficción, a partir de una trama que iremos desgranando y conociendo poco a poco a través de Blanca Luz y todos esos personajes que en muchos casos, cumplen un papel y desaparecen. En tanto otros, nos llevarán de la mano a un final contundente, no carente de sorpresas y sin ningún hilo suelto.
Frases que encontré en el camino:
Referencia: Si entras en Twitter, con el hashtag #SoyYincanera encontrarán un montón de Fototwitts que se hicieron durante la lectura conjunta, con muchas frases y párrafos que encontramos durante su lectura. No obstante, dejo aquí algunas con el propósito de abrir el apetito...
- «El que no reconoce sus propios talentos no es que sea modesto, simplemente es un imbécil...»
- «Acababa de mudarse a otro planeta. A una Vía Láctea a la que nadie habría podido seguirle. Por primera vez había visto de cerca la sombra fugitiva del sueño de su vida y había salido disparado detrás de ella para cogerlo.
- «Son horribles, y también inesperadas, las consecuencias de una guerra. Lo desbarata todo, pocas cosas de las ue tenías cuando empezó se mantienen en pie para cuando acaba.»
- «—Nunca he tenido mejor plan de vida que retirarme contigo al culo del mundo. ¿Dónde hay que firmar?»
- «Lo que más me ha dolido en mi vida es aprender que entre las personas que se quieren puedan caber los kilómetros, los años o la muerte. Esas cosas nos van separando a lo largo del camino. No entiendo que el mundo esté diseñado con crueldad, porque es crueldad que conozcamos y amemos a gente a la que, inevitablemente, vamos a acabar perdiendo.»
Este comentario lo dedico a la memoria de mi padre, por todo lo que hizo y no hizo. Por todos los sueños que arrancaba con un carboncillo o un pincel, por los muchos años que le costó pintar un cuadro a mi madre, por ese arte que corría por sus venas.
Por donde quiera que andes papá, estoy segura de que, entre otras muchas visitas de rigor, estarás observando la Capilla Sixtina junto a Miguel Ángel...
En la fotografía, Mara Quintín y yo en la presentación de su novela, el pasado Febrero.
21 comentarios
Es muy bonito que un libro te retrotraiga a tiempos pasados y felices y si encima te gusta el arte no me extraña que te haya gustado tanto el libro.
ResponderEliminarBesos
No sabía esta historia, Loreto. Me conmueve y me parece precioso que la novela haya despertado esas emociones en ti y avivado los recuerdos. Que sirva pues como homenaje a tu padre.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta. Quería leer el libro primero, terminarlo y razonar las emociones que me provocó. Tuve la suerte de crecer en una familia de artistas no tan solo en la pintura, sino en otras ramas también. Y mi padre, era como Francisco Miranda y no pude evitar evocarlo. Yo no heredé sus cualidades, pero sé apreciar el arte cuando la veo y más allá de ser un libro de ficción, creo que hay una gran enseñanza y es el saber que, a veces, cuando se persiguen los sueños, estos se cumplen. Gracias por pasarte por mi blog y no pienso perderte de vista.
Eliminar¡Gracias! No he podido contener las lágrimas. Ha tenido que ser esta magnífica novela la que nos ha unido. Tus emotivas palabras sobre ella han hecho que te admire. Eres una ar-tis-ta... Un enorme abrazo, Loreto.
ResponderEliminarMe ha encantado tú reseña Loreto, cuanto sentimiento, un abrazo
ResponderEliminarExcelente libro y excelente reseña ♥
ResponderEliminarQué bonita reseña y qué bonito recuerdo y que grandísimo homenaje a tu padre. Un beso fuerte corazón. 😘
ResponderEliminarPreciosa reseña Loreto, no me extraña que el libro te haya llegado tan adentro si te toca de forma tan personal. He disfrutado leyendo tu "intento de comentario" ;) Un beso.
ResponderEliminarLoreto me ha emocionado tu reseña. Gracias por compartir con nosotros tus sentimientos.
ResponderEliminarUna reseña preciosa y precisa. Besos
Es un libro con el que sin duda hemos disfrutado, pero sin duda tú lo habrás hecho más, porque por lo que cuentas has evocado sentimientos a medida que avanzabas en la historia, te has puesto en el lado de uno de los protagonistas, y eso ayuda a valorar mejor lo escrito, así que, bien por ti, por tu padre, y por el recuerdo que este libro te ha suscitado. Yo no tenía recuerdos que rememorar, pero he disfrutado mucho con la trama y con la forma que la autora ha tenido de contarnos su historia.
ResponderEliminarBesos.
Que bonito Loreto. Ha sido un gustazo de novela.
ResponderEliminarUna reseña muy emotiva. Me pone los pelos de punta esa cercanía que has sentido con Francisco Miranda, ese homenaje que la autora le ha hecho sin pretenderlo a tu padre.
ResponderEliminarMe quedo por aquí porque no te seguía, hoy me he dado cuenta de que tras visitar a mucha gente no me había quedado en su rincón, despiste nivel elevadisimo. En cuanto a tu reseña me ha gustado mucho que hayas compartido tus recuerdos y que se convierta en un homenaje a tu padre. Francisco Miranda es un personaje muy especial.
ResponderEliminarHola. No conocía el libro de El color de la luz y me ha gustado mucho tu opinión. La sinopsis del libro también me ha gustado y creo que puede ser muy interesante de leer así que me lo apunto para una próxima lectura. Gracias.
ResponderEliminarTiene que haberte llegado al corazón el leer un libro y ver a alguien tan querido retratado en un personaje y que te recuerde todo lo bueno que hizo y el legado de dejó. Te tuviste que sentir realmente emocionada al leerlo.
ResponderEliminarHola! Parece un libro interesante. Lleno de ricas vivencias. En una época muy propicia al arte a pesar de las circunstancias. Y qué decir de tus propios recuerdos: maravillosos. Gracias por compartirlos. Un beso.
ResponderEliminarHola guapa, por fin puedo comentarte, no sé qué pasaba que veía la página dividida, super raro!! Me ha encantado esta reseña o más bien decirte que ha sido una reseña soberbia y desde luego que voy a leer la historia, me ha parecido que tiene mucha miga y puede ser una historia de esas que emocionan y te remueven por dentro.. muaksss
ResponderEliminarQue libro tan hermoso leer la sinopsis fue para mi lo que marcó mi interés la trama todo me parece super interesante y que bello que al leer u libro te transporte a un pasado hermoso como el que tuviste con tu padre creo que un libro que nos recuerde personas especiales de nuestra vida viene a ser un libro muy especial por lo que logró, y a mi que me encanta leer de seguro lo disfrutaré gracias por recomendarlo
ResponderEliminarCuantas emociones en un solo post <3. La historia de esta novela de Marta Quintín me parece preciosa, de esas historias que te dejan lecciones de vida que solo se aprenden a través de las vivencias de otros. Además mi suegro también es pintor, y se me hace muy familiar lo que describes del atelier de tu padre. Una profesión preciosa, pero que pocos saben valorar como se merece...Y como siempre, las frases representativas de cada historia que nos compartes, que es algo que me encanta de cada uno de tus post.
ResponderEliminarGracias por compartir tanto con nosotros.
Un beso grande
Los libros que te llevan a revivir un momento de tu vida son mágicos y fabuloso, yo los disfruto un montón, así que gracias por compartirnos esa parte de ti también con esta historia que se ve preciosa. Aunque diferente me hizo recordar mucho al libro: El tiempo entre costuras, no sé porqué, será porque la disfruté muchísimo :D
ResponderEliminar¡Hola Loreto!
ResponderEliminarSiempre se me hace chocante ver que en todas las épocas hay una profesión que se identifica con la vagancia. En esta época son mas de una; concretamente las que caen en el ramo de "estudios liberales"... Aunque todavía dura el prejuicio contra los artistas, cómo no.
No sé cómo te apañas para conocer siempre a los autores de los libros que reseñas, pero me encanta. :)