«Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído». Jorge Luís Borges |
Ficha Bibliográfica
Nombre: Aquella vez en Berlín
Autor: María José Moreno
Editorial: Ediciones Versátil (Narrativa)
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Sinopsis
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Comentario
Existen autores a los que uno sigue desde hace años. Autores que hemos ido viendo cómo han crecido. Tan pronto pueden escribir una Trilogía del mal, como también novelas más intimistas y cercanas como es el caso de la que voy a intentar ocuparme en este comentario.
A María José Moreno, la sigo desde sus inicios. Allá por el 2014 o quizá un poco antes. Bajo los tilos fue la primera novela que leí de su autoría y desde entonces, me convertí en una fiel seguidora de cuanto escribía y publicaba.
Aquella vez en Berlín, es quizá una vuelta a esa primera novela en la que los sentimientos eran el eje principal del quehacer de sus personajes y este, aunque no todo el argumento gira en torno a ellos, también va sacando lo mejor y lo peor de cada uno.
En esta ocasión, la autora decidió situar la novela en Inglaterra y aunque no se detiene a describirnos cada detalle del entorno que acompaña al elenco, son los suficientes para que quien lea, recorra cada lugar como si estuviera junto a ellos, haciendo el mismo recorrido. Munich, será otro de los enclaves en que se desarrollará una parte de la acción, así como también España, aunque sea por referencia.
La vida está compuesta de matices, de los colores del arcoíris, aunque muchas veces de esos colores también surja el blanco y negro. Así es como nos presenta esta historia María José. Una novela en que los sentimientos, así como la culpa, un destino que va dejando huella y profundas cicatrices, harán que éstos hagan su aparición en el presente de los personajes para que miren en retrospectiva y quieran solventar todo cuanto antes.
La novela no cuenta con un elenco exagerado. Los principales son solo cinco: Richard, un arquitecto famoso, su mujer Beth, Thomas el hombre de confianza y por qué no, amigo personal, Lisa y Marie. Y el argumento, en sí mismo, girará en torno a Richard. Desde su niñez hasta su edad adulta, pero no te confundas, no es un diario de vida porque la novela no es, en lo absoluto, lineal.
No me voy a referir a la técnica utilizada, cada libro es único y por lo menos yo, aun tengo la capacidad de sorprenderme con lo que me cuentan entre sus páginas. Lo que sí diré, es que está contada por dos narradores a través de una sensibilidad pasmosa. A lo mejor, en otro tipo de novelas, no sorprendería tanto cuando las protagonistas son mujeres. A pesar del genio de Richard y sus propios demonios, lo que nos narra me sorprendió, aunque en muchos casos no compartiera su punto de vista.
Una vez más, tal como esta autora hizo en la Trilogía del Mal, sabe hurgar en los rincones más escondidos de la mente humana. De presentar a unos protagonistas que, de alguna manera, sufren por su pasado y en algún caso, también por su presente. Que la vida tiene cientos de vueltas de tuerca, que los caminos que a veces escogemos, no son los acertados. Que creemos que nunca nos curaremos de los dolores que la misma vida nos va presentando paso a paso. Que resurgir tras la muerte de alguien al que has amado, será un camino tortuoso y que jamás volveremos a ver la luz.
Cada personaje, en su esencia, nos transmitirá alguna de esas sensaciones, pero también nos dejarán ver que existe la esperanza, que aunque no todo sea del color del arcoíris como decía al principio, no todo es blanco o negro. La vida, se sustenta a través de los pilares que construimos en función de lo que creemos lógico, pero si para edificarlos, no utilizamos los materiales adecuados, tarde o temprano, nuestra construcción terminará derrumbándose.
Una novela de sentimientos y sensibilidad. Unos personajes que se nos presentan tal y como son y que iremos descubriendo, paso a paso, con la lectura. Una novela de matices que nos lleva a dos puntos temporales muy bien hilvanados que sorprenden y que, te sumergen en tu propia realidad para llegar a la conclusión que a pesar de todo y con todo, nunca es tarde para corregir lo andado y volver a comenzar.
Algunas frases que encontré por el camino:
Dicen que al acercarte al final de la vida pierdes la perspectiva del futuro; de ese modo, la incertidumbre provocada por ese vacío existencial hace que el pasado regrese para apropiarse del presente hasta confundirse con él.
Me temblaban las manos. Contenía la pena en un mar de saliva que me esforzaba en tragar y me impedía continuar.
El perdón se convirtió en venganza y el amor en autodestrucción. Se convenció de que lo mejor esta desaparecer.Las otras que he ido compartiendo, las puedes encontrar en este enlace.
María José Moreno nació en Córdoba. Es psiquiatra y profesora titular de la facultad de Medicina de su ciudad natal. Sigue leyendo aquí...