Se llamaba Manuel, Víctor Fernández Correas

Comentario: Se llamaba Manuel. Víctor Fernández Correas. Blog Negro sobre Blanco. María Loreto Navarro

Ficha Bibliográfica
Título: Se llamaba Manuel
Autor: Víctor Fernández Correas
Editorial: Versátil Ediciones
Páginas: 357
Puntos de venta:

     
Sinopsis
La puedes leer completa en este enlace e incluso, tener acceso a las primeras páginas.

Comentario

Porque hay autores, que uno conoce en los medios sociales y se instalan para quedarse. Porque hay autores a los que uno lee todos los días y cuando no lo hace, se les echa en falta. Porque hay autores, que son mucho más que un autor, que con el tiempo, se vuelven amigos. Este el caso de Víctor Fernández Correas, autor de Se llamaba Manuel, la novela de la que intentaré ocuparme en este comentario.

Se llamaba Manuel ha sido un descubrimiento de los grandes. Desde su portada en sepia, no soy amante de este color, pero la mayoría de los objetos antiguos o como se dice hoy en día, «vintage», se relacionan con esta tonalidad o también, con el blanco y negro. Podría explicar un poco más acerca de los colores de la imprenta, pero eso da pie para otra entrada diferente. 

La novela nos sitúa en dos épocas diferentes durante el mismo siglo. Por un lado, las tropelías que se cometieron durante la Guerra Civil española y por otro, los trozos que quedaron tras haber acabado y de cómo la gente, fue capaz de rearmarse a pesar de las circunstancias y a pesar de todo. No fue fácil vivir en esos tiempos, como no lo ha sido nunca, enfrentar una guerra entre hermanos.

Decía, que esta novela está ambientada en dos épocas diferentes pero durante el mismo siglo: principios y mediados del XX. Una época muy convulsa en la que existían dos bandos y, esos dos bandos se verán claramente identificados a lo largo de la trama. Un militar que intenta salvaguardar una vida, relativamente tranquila, junto a su mujer e hijo y mantener, no tan sólo su status a la sombra de su suegro, sino que también, un matrimonio construido a partir de una baraja, cuya estabilidad tambalea y, puede derrumbarse si quita la carta equivocada.

Por otro, dos personajes que buscan información acerca de un acuerdo que permitirá a Estados Unidos, establecer sus bases militares en España. Y es, en este punto, donde comenzaremos a conocer  a Marga, un personaje con tantas aristas y tan complejo como una madeja de lana, que cuando crees estar llegando a su corazón, te vuelve a enredar en su maraña. Sin duda, un personaje femenino que lucha por lo que cree y que decidió, siendo muy joven, cerrar su corazón y lanzar la llave al vacío para que nada, pero por encima todo, para que nadie volviera a acercarse. Ella tenía un objetivo trazado y su misión, era cumplirlo en desmedro de su propia integridad, si era necesario. Andrés, lo intentó todo sin ningún resultado.

En otro escenario, Liborio Solis, un personaje profundamente enamorado del amor. De encontrar un camino que le llevara a la felicidad en su condición de homosexual. La vida en aquella época, para un «sarasa» era difícil, mucho más aún por lo tiempos en que está situada la historia, en que al parecer, la vida se dividía en buenos o malos, siendo estos últimos la ubicación para todos aquellos que no comulgaban con el régimen o, su vida sexual no entraba dentro de lo establecido. Me gustó, porque a pesar que sabía que se metía en un lodazal, intentó dar información para descubrir al culpable de la muerte de Manuel Prieto, cuya investigación llevará a cabo Gonzalo Suárez.

Vivir en una época donde todo era represión, en un periodo en que la vida a pesar de todo, era más tranquila, no fue sencillo en la realidad, como tampoco lo fue en la trama de esta novela. Los altos estamentos, buscando su propio beneficio, no les importaba pisotear a quien encontraran por el camino, cubriendo las fechorías de la familia, por tratarse de eso, «la familia». Conservar un puesto militar, un status como lo he mencionado más arriba, en desmedro de la felicidad y en este caso, del poder que da llevar una condecoración, dejaba el camino abierto para hacer y deshacer. Matar sin esperar represalias y esconder delitos que cualquier otro, hubiera pagado con la cárcel.

Mirar, desde la perspectiva que nos da la historia e incluso, en mi caso, que me tocó vivir durante toda mi niñez y juventud, bajo un régimen dictatorial. En que día sí y día también, habían constantes tiroteos y, a cualquier hora de la noche, se llevaban a personas por sospecha de haber militado en el partido equivocado de acuerdo a la ley imperante en el momento. No me ha sido difícil entrar en situación y, calzar los zapatos de Marga así como también de Liborio y del propio David, quien buscando justicia, se olvidaba de obedecer los mandos superiores.

Para mí, ha sido una novela de personajes con vidas basadas en el dolor, en que la misma guerra restó vidas y cercenó familias enteras. Un dolor que también fue físico y que aquellos que lograron sobrevivir a la barbarie, tuvieron que acarrear con las secuelas hasta el día de sus muertes. Una novela que, evidentemente, es ficción pero que no deja de tener esos toques de realidad que hacen que el lector se deje seducir y avanzar en una trama en que al parecer, todo se juega a cara o cruz.

Es el primer libro que leo de Víctor y desde ya, tengo muy claro que no ha de ser el último. La novela histórica es una de mis debilidades y admiro a todo aquel que es capaz de construir una historia a partir de hechos reales. Me han sorprendido las localizaciones, recrear el Manzanares en mi memoria, ya que por casi un año viví muy cerca de él cuando vine a España, específicamente entre Puerta del Ángel y El Paseo Extremadura. Echar la vista atrás y ver que, aunque el acento distingue el lugar de procedencia, en el fondo, todos somos seres humanos y la historia, la real, esa que deja huella  en la memoria, se vuelve a repetir una y otra vez y que, Víctor recrea como si hubiera estado allí.

Las guerras, los bandos y la ambición, siempre han llevado al hombre a destruir más que a construir y esto es, precisamente, lo que todos los personajes, no tan solo los nombrados en este comentario, intentarán contarnos desde su perspectiva, desde su experiencia y desde su dolor.

Sin duda, una novela que debes leer, seas o no amante del género, porque entre sus páginas hay mucho más que un argumento o una trama. Hay personajes como sacados de la vida misma que se quedarán habitando en tu corazón mucho más allá de las 357 páginas que contiene el libro, yo misma, soy incapaz de olvidarme de ellos.

Si quieres conocer algunas frases que me encontré por el camino, en mi perfil de Twitter, he compartido muchísimas. Entra en este enlace y enamórate de sus personajes antes de hacerte con la novela.

Y, lo que sería mucho mejor es que, si vives en Madrid y te apetece conocer al autor, podrías acercarte a la presentación que se llevará a cabo el día 18 de este mes, en la Librería Papelería Compás, entra en este enlace para conocer los detalles. Si vas, nos conoceremos allí.


Víctor Fernández Correas y yo. blog Negro sobre Blanco. María Loreto Navarro


Todo lo que necesitas saber sobre el autor y sus obras, en este enlace.




En la fotografía: Víctor Fernández Correas y yo, en la Feria del Libro de Madrid de este año.







Te puede interesar...

5 comentarios

  1. Que gran reseña, la verdad es que la esencia de la novela esta captada perfectamente, tanto en los hechos históricos como en los personajes. Detrás se aprecia el gran trabajo de documentación, por lo que hace que sea una novela muy real. Felicidades. Un beso muy grande

    ResponderEliminar
  2. Qué bonita reseña Loreto. Se nota mucho el cariño con el que la has hecho. La verdad es que has descrito perfectamente los desastres de una posguerra en un país en el que se han matado entre hermanos, como bien dices. La novela se lo merece. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Ya le había echado el ojito pero ya me has convencido por completo con esta fantástica reseña.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. Me la tengo que leer, aunque no creo que llegue a tiempo para la presentación en la librería de Pilar esta semana... :-( Por cierto, me ha llamado la atención eso de que también sepas sobre el uso de los colores en la imprenta. Tenemos muchas cosas de las que hablar, jejeje.

    ResponderEliminar
  5. Cómo me ha gustado tu reseña, Lore. Es cierto, hay autores que llegan para quedarse y ese es el caso de Victor, un escritor que escribe (a mi me encanta) muy bien. Casi todos los días, además de su saludo mañanero, nos regala un relato, anécdotas, curiosidades.., con él siempre se aprende. Comencé a leer "Se llamaba Manuel" y ya bien avanzada la lectura descubrí que no era una novela para leerla a saltos como lo estaba haciendo yo por falta de tiempo, sino para leerla con tranquilidad, saborearla y disfrutarla. A diario y desde la mesilla, me recuerda que ya va llegando su turno y francamente, tiene razón. Besos

    ResponderEliminar